jueves, 16 de julio de 2009

Iceman, ese hijo de puta...

Pensé en quemarme Ocarina of Time durante estas vacaciones... No obstante, me están dando problemas los drivers del mando para el PC, así que me decidí por cambiar de objetivo: Me quemaría la serie Megaman de NES, por mis huevos toreros. El comienzo, evidentemente es Megaman 1... de hecho, ya comencé ayer a hacerlo y solo tengo una cosa a decir: "Iceman, ese hijo de la gran puta".

Seguro que lo recordaréis, lo primero que debes hacer en la serie Megaman es escoger el enemigo final (y pantalla por ende) que más rabia nos dé para comenzar. Al ser uno de esos tipos duros que le gusta acechar a los peces pequeños la elección como enemigo era obvia: debía comenzar con Iceman, ese enano estúpido abrigado hasta las trancas. Me pregunté ¿qué daño podría hacerme un freak de esa calaña? Evidentemente, me equivoqué.


El escenario de Iceman tiene una particularidad importante: si tocas suelo firme es hielo, resbala como un maldito demonio. Esta característica (en principio graciosa) se convierte en un verdadero baile de caídas, daño y frustración. Ya no es el suelo, es la colocación de los enemigos, formaciones estratégicas para hacer daño, frustrar, frustra, frustrar y frustrar. La cosa no acaba ahí, el percal viene al querer jugar con Megaman como si fueses Rambo, corriendo y disparando como un verdadero enfermo y eso no funciona.
No señores, no.

Si algo estoy aprendiendo de esta experiencia rescatada de Megaman 1 es que para jugar a esta famosa serie tienes que tener paciencia de pescador y de estudiante de Latín. Aunque suspendiendo, una cosa de las dos sí que la soy, pero lo de paciencia... Digamos que necesito frustrarme mucho para ser paciente, y llegué a conseguir esa malsana paciencia a partir de las dos horas de juego constante en la pantalla de Iceman.


No había (ni hubo) manera. Conseguí memorizar esas estúpidas baldosas que salían y marchaban, pero fui incapaz de hacer frente al tramo final de una manera más o menos honrosa durante la primera hora de juego. Déjenme explicar las peculiaridades de este tramo, todo un espectáculo. Digamos que es un tramo donde solo hay caída (recordemos, si caes mueres y el doble salto era como ciencia ficción en esta época).


Para evitar la malsana caída debes subir a unas plataformas voladoras que se mueven por este tramo del escenario con un movimiento circunferencial AB-SO-LU-TA-MEN-TE random. Sabes que redondea, pero no sabes por donde ¿Tampoco parece difícil, no? Pues resulta que mientras cambias de plataforma, estas mismas disparan proyectiles por sus costados. Además, en las últimas plataformas los bichos a los que te enfrentaste al comienzo de la pantalla no se cortan un pelo en atacarte mientras cambias de salto a salto, ¡preciosso!


Los más vetustos de esto diréis: “Pero Toni, ¡te olvidas del descansillo que hay en medio del tramo!”, entonces yo os diré “Hijos de puta”. Hay un descansillo del tamaño del sprite de Megaman en medio de este tramo de caida, pero ¿a qué no sabéis que? Esta cubierto de hielo. Con lo cual, si caes, a lo tonto resbalas y caes. Una vida menos, en mi caso la primera vez que pasó esto ‘Game Over’.


Fue entonces cuando pensé en Inafune, el creador de la serie y ya todo un gurú de la industria del videojuego y Capcom por ende. Pensé en su fachada simpática, escrupulosamente correcta y nipona hasta la médula, solo tenéis que leer entrevistas suyas para verlo. Pensé, que si Inafune es como es, es gracias a la frustración soltada en Megaman 1, ese pequeño holocausto insertado en un cartucho de NES ¿Cómo sería Inafune sin la existencia de Megaman 1? Un pequeño Hitler, sin duda alguna. Mejor así, pero el pato lo hemos pagado millones de personas. Espero que estés contento Inafune.


Finalizando el periplo, decir que comencé a jugar a eso de las 15:00 de la tarde. Para eso de las 17:30 dejé de jugar y no me había quemado Iceman. Soy un puto cabezón, y no quería rendirme, pero tuve que hacerlo y dejarlo de lado. Me sentí derrotado. Casi tanto como cuando tuve que dejar Ocarina of Time en el puñetero templo del Agua. A diferencia de aquella vez,
ahora tengo una solución: matar a Fireman para derretir la helada fachada de Iceman con calor humano.

3 comentarios:

Isako dijo...

Ains... Tu tendrias que haber vivido los 80, donde el 90% de los juegos tenian la dificultad de Megaman. xDD

Que no digo que MM no sea dificil, pero habían títulos peores en la época.

Lástima que con los años hicieran cada vez más fácil la saga (que decepción la ¿dificultad? de Megaman X >_<).

Dennis el Azul dijo...

Esto... ¿derretir a Iceman con el poder de Fireman? Sí, ya... Aún te queda mucho por aprender, ya que ésto no es Megaman Zero.

Toni Piedrabuena (Tonichan) dijo...

La verdad es terriblemente más dolorosa cuando piensas en ella con fe ciega xD.