miércoles, 3 de septiembre de 2008

Romancero Viejo: Pártese el moro Alicante

Estaba buscando un par de datos de "El Caballero de Olmedo" cuando me he topado con algún extracto del Romancero Viejo Español... Ains, ¡que recuerdos a principio de curso! El caso es que quiero compartir con vosotros mi Romance favorito y que, dicho sea de paso, me costó un 9 en Literatura Castellana.

Habla sobre una antigua batalla en Toledo y sobre los Infantes de Lara, unos importantes caballeros que fueron aniquilados en el campo de batalla por una traición de su propio tío, que había sido sobornado para acabar con los 7 hermanos.

Pártese el moro Alicante víspera de Sant Cebrián;
Alicante es el nombre del Moro, que partía en las fechas de San Cebrían transportando las cabezas de los Infantes.
ocho cabezas llevaba, todas de hombres de alta sangre.
Habla de los 7 infantes y su acompañante, después lo veremos
Sábelo el rey Almanzor, a recebírselo sale;
aunque perdió muchos moros, piensa en esto bien ganar.
A pesar de la victoria, muchos moros se llevaron por delante los Infantes.
Manda hacer un tablado para mejor las mirar,
mandó traer un cristiano que estaba en captividad.
Dicho Cristiano es el Padre de los Infantes, atención:
Como ante sí lo trujeron empezóle de hablar,
díjole: —Gonzalo Gustos, mira quién conocerás;
que lidiaron mis poderes en el campo de Almenar:
sacaron ocho cabezas, todas son de gran linaje.
Respondió Gonzalo Gustos: —Presto os diré la verdad.
Y limpiándoles la sangre, asaz se fuera a turbar;
Imaginaós al padre lavando las cabezas de los hijos desconociendo que son ellos... Tremendo.
dijo llorando agramente: —¡Conóscolas por mi mal!
la una es de mi carillo, ¡las otras me duelen más!
Carillo, el acompañante.
de los Infantes de Lara son, mis hijos naturales.
Así razona con ellos como si vivos hablasen:
—¡Dios os salve, el mi compadre, el mi amigo leal!,
¿Adónde son los mis hijos que yo os quise encomendar?
Muerto sois como buen hombre, como hombre de fiar.
El carillo, como hombre de fiar, ha muerto junto a sus hijos, como era de esperar.
Tomara otra cabeza del hijo mayor de edad:
—Sálveos Dios, Diego González, hombre de muy gran bondad,
del conde Femán González alférez el principal:
a vos amaba yo mucho, que me habíades de heredar.
Alimpiándola con lágrimas volviérala a su lugar,
y toma la del segundo, Martín Gómez que llamaban:
—Dios os perdone, el mi hijo, hijo que mucho preciaba;
jugador era de tablas el mejor de toda España,
Un juego medieval muy antiguol.
mesurado caballero, muy buen hablador en plaza.
Y dejándola llorando, la del tercero tomaba:
—Hijo Suero Gustos, todo el mundo os estimaba;
el rey os tuviera en mucho, sólo para la su caza:
gran caballero esforzado, muy buen bracero a ventaja.
¡Ruy Gómez vuestro tío estas bodas ordenara!
Ruy Gómez es el tío traidor.
Y tomando la del cuarto, lasamente la miraba:
—¡Oh hijo Fernán González, (nombre del mejor de España,
del buen conde de Castilla, aquel que vos baptizara)
matador de puerco espín, amigo de gran compaña!
nunca con gente de poco os vieran en alianza.
Tomó la de Ruy Gómez, - de corazón la abrazaba:
—¡Hijo mío, hijo mío! ¿quién como vos se hallara?
nunca le oyeron mentira, nunca por oro ni plata;
animoso, buen guerrero, muy gran feridor de espada,
que a quien dábades de lleno tullido o muerto quedaba.
Tomando la del menor el dolor se le doblara:
—¡Hijo Gonzalo González! ¡Los ojos de doña Sancha!
Doña Sancha es la madre de los siete, aunque eso no está del todo claro.
¡Qué nuevas irán a ella que a vos más que a todos ama!
Tan apuesto de persona, decidor bueno entre damas,
repartidor en su haber, aventajado en la lanza.
¡Mejor fuera la mi muerte que ver tan triste jornada!
Al duelo que el viejo hace, toda Córdoba lloraba.
Taan penoso resultaba el duelo del padre, que toda el palacio lloraba.
El rey Almanzor cuidoso consigo se lo llevaba,
y mandó a una morica lo sirviese muy de gana.
La Morica es hermana del propio Almanzor, así os podéis imaginar la gran pena y culpa que sentía el Rey Moro
Esta le torna en prisiones, y con hambre le curaba;
Hermana era del rey, doncella moza y lozana;
con ésta Gonzalo Gustos vino a perder su saña,
que de ella le nació un hijo que a los hermanos vengara.

Una vez aquí, llegamos al punto genial de la historia. Gonzalo Gustos, padre de los Infantes tiene un Hijo con la hermana del Rey que vengará la muerte (o no) de sus desconocidos hermanos. La parte de el Bastardo Mudarra os la mostraré otro día si os ha gustado este romance.

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